Un día cualquiera…
“Para ti el día que hay pádel ya no es un día cualquiera”.
Esperas ese partido con ansia y cuando llega ¡que rápido pasa! Si te dejasen jugar 2 horas en lugar de los 90 min lo harías, y lo sabes.
- Llega el momento de jugar y piensas “por fin aquí…vamos allá”.
- Estás jugando y ya ha pasado 1 hora, pasa volando no puede ser!.
- Terminas de jugar y te quedas con el gusanito de terminar el set o jugar uno más.
El pádel tiene algo más…
Todos disfrutamos jugando, independientemente de nuestro nivel. El pádel tiene algo que engancha. Y si estás leyendo esto es que ya has caído en sus redes.
El padel es como un cuadro que interpretamos. Cuánto más sabes sobre pádel más te gusta y entras en un bucle infinito de darle vueltas para entenderlo e imponerte a tus rivales y superárte a ti mismo.
Empezaste a jugar y mejoraste en cuestión de días, seguro que te ha pasado:
- Fuiste un día a probar y te costaba entender las reglas del juego y los rebotes.
- El siguiente día la pelota iba más lenta, tenías una mejor lectura y pasabas más bolas.
- El tercer día no tenía nada que ver con el primero. ¡Eras otro jugando al pádel!
Es un deporte muy agradecido con una rápida curva de aprendizaje, es decir, aprendes rápido al principio. Y esto es un refuerzo positivo que a medida que juegas te ayuda y te invita a querer jugar más.
¿Y tú eres bueno? ¿juegas bien? ¿a qué nivel?
El techo técnico nos queda lejos a la mayoría y eso sólo que hace que queramos mejorar más. Somos mejores a medida que practicamos, sabemos que no vamos a llegar a jugar a nivel profesional, pero eso no quita que lo hagas seriamente, con ilusión o con ganas de hacerlo bien.
“No te importa no ser el mejor, pero si quieres ser mejor que el día anterior”.
Mejoras partida a partida, con los amigos, con tus clases particulares, con tu grupo de competición e incluso te has planteado alguna competición, si no es que ya las juegas.
Ese es tu termómetro para saber cuánto estás mejorando:
- Resultados con rivales habituales.
- Buenos resultados con rivales superiores.
- Comentarios con tus amigos.
- Reuniones informales al final del partido.
- Debates abiertos acerca de la estrategia de ese día.
“Los momentos que te da el pádel no se dan tan a menudo en la mayoría de deportes”.
Terminas de jugar y la presión se ha ido y queda un buen sabor de boca. A veces no sale una buena partida y quedas algo decepcionado porque le pones ganas e ilusión. Sabemos que eso pasa y confío en que lo estás trabajando. Nos ha pasado a todos.
Estás jugando mejor que hace un tiempo, unos meses o unos años. Conoces más sobre este deporte; material, jugadores, clubes, competiciones…etc. Estás cada vez más metido en este mundo creciente donde todos compartimos la pasión del 20×20.
“Ser consciente de tu progresión te impulsa a seguir buscando formas de jugar mejor”.
El pádel te permite hacer ejercicio, socializar, divertirte, pensar y ser creativo. Puedes jugar con una frecuencia alta si las lesiones te respetan y te ayuda a desconectar de temas incómodos y problemas cuotidianos que todos tenemos.
Jugar una partida de pádel te renueva y te deja con ganas de más. Si te pasa esto, si esto resuena contigo y estás de acuerdo conmigo…
“A ti ya no te gusta el pádel, a ti te apasiona”.
Somos muchos los que sentimos esto a día de hoy y desde PadelMBA nos alegramos de tenerte cerca.
“Queremos seguir compartiendo contigo nuestra pasión por este deporte único”.
Estamos aquí para ayudarte a que aprendas más y mejor y que así disfrutes más si cabe de tu juego, tus partidos y tus días especiales por el pádel.
