Lo primero que puedes hacer
Si estás en una de esas situaciones en las que sabes antes de empezar el partido que tu rival es técnicamente mejor que tú; algo que nos ha pasado a todos, una de las premisas es conocer cuáles son sus puntos más fuertes.
Dado que el pádel se juega en pareja se puede buscar la debilidad de cada uno, tanto en su ataque como en su defensa. Una vez hecho eso, el objetivo es plantear una estrategia que vaya orientada a que en los primeros compases del partido trates de encontrar los puntos más “flojos” de los rivales.
“En muchas ocasiones planteamos mal la estrategia, y eso sumado a que los rivales técnicamente son mejores, nos pone en una tesitura muy compleja para ganar el partido”.
El siguiente paso
Lo segundo e igualmente importante, es que intentes bajar el ritmo del partido para romper el ritmo o al menos hacerlo más lento o incómodo. Un ritmo que no les conviene pueden dar pie a que cometan más errores de los que están habituados.
Posiblemente con un ritmo más alto, ellos se encuentren más cómodos y tú, en cambio, al forzar tus tiros y buscar velocidades más altas, entres en una zona de riesgo mayor lo que te predispondrá a tener como mínimo, en el mejor de los casos, el mismo número de errores que tus rivales aparentemente superiores.
“Si te encuentras en el escenario de ser el jugador con menor técnica, trata de provocar errores que hagan que el partido decaiga hacía a ti pese a no ser el que tiene mayor calidad”.
Uno de los aspectos a valorar y para tener en cuenta cuando te enfrentes a este tipo de rivales, es que van a querer imponer su ritmo, su juego y su velocidad, y eso, en ocasiones puede convertirse en un factor favorable para ti.
Las sensaciones también cuentan
Aunque el resultado no siempre sea favorable, la exigencia y la intensidad hacen que te vayas del partido con sensaciones positivas debido al juego que has podido plasmar en pista.
Una de las consecuencias de empezar el partido “sin nada que perder” es que puede llegar un punto en el que juegues sin presión y de alguna forma tu juego “se desinhiba” lo que puede desencadenar un juego más fluido y acorde a tu mejor versión de juego actual. Y eso por índole, es el mejor escenario para poder tener posibilidades de ganar este tipo de partidos.
La dominancia de los puntos en estos contextos es más relevante si cabe que en otros. El hecho de coger la red y ser capaz de mantenerla puede marcar grandes diferencias entre un partido igualado o bien un partido donde te sientas abrumado por la presión del rival en la defensa.
“Si consigues ejecutar buenos globos, transicionar en el momento correcto y bajar velocidades a sus tiros más dañinos, podrás compensar una balanza y las sensaciones de agobio serán menores”
La táctica depende de vosotros en gran medida
Es importante por tanto que priorices con tu compañero el hecho táctico de mantener la red lo máximo posible y una vez la consigas, estate muy activo para tapar posibles ángulos que los jugadores, a priori más agresivos, van a tratar de encontrar.
Desde un punto de vista más táctico, valora la calidad de cada rival, y si hay diferencias notorias, valora la opción de hacer la nevera a uno de los jugadores o bien valora a que jugador le juegas cuando estás defendiendo y a cuál cuando estas atacando. Siempre hay algún punto débil y si logras detectar y atacarlo podrás llevar a cabo más iniciativas en los puntos.
Otros consejos
Por otra parte, en los intercambios de lado es muy importante parar el partido y sentarse el minuto y medio ¡aprovéchalo!
Primero revisa con tu compañero de qué manera habéis planteando el partido y si vais a seguir así, y tras eso, apura el tiempo para tratar de frenar el ritmo de los contrarios y su inercia positiva si es el caso. Dentro de la normativa, si ellos en algún momento se enfrían es un factor más que decae a tu favor.
No olvides hidratarte y a luchar un partido que debe llegar como mínimo a un tercer set de su lado.
A la hora de sacar, utiliza si tu compañero lo ve viable “la australiana”, o bien alternar uno con australiana y otro sin ella. Esto puede llegar a generar bastante confusión entre los rivales y momentos así son clave para poder hincar el diente al marcador.
Y sobre todo recuerda que en este tipo de partidos es importante soltar el brazo, jugar tranquilo e incluso en función del resultado probar ciertos golpes que no te atreverías a hacer en un marcador más abultado.
Eso sí, no olvides que el partido nunca está perdido hasta que se termina.
¡Y siempre disfruta y aprende de todas las situaciones que puedan ocurrir!