¿Cómo se juega en una pista si ha llovido? Con la llegada del otoño seguramente te hayas enfrentando a este tipo de situaciones en algún momento. Afortunadamente el pádel, al tener la mayoría de pistas de césped artificial, es un deporte que se puede seguir practicando a pesar de las condiciones meteorológicas. Aquí os damos unos consejos para adaptar tu juego a las condiciones de la pista.
La pelota cambia el modo de juego
Si la pelota se moja, ésta se volverá más pesada y más lenta, lo que ralentizará el ritmo de juego y provocará que los botes sean menores. Cuando la pelota y el cristal están húmedos el rebote es mucho menor.
Con la pelota en estas condiciones los remates y golpes de potencia se vuelven menos efectivos, sobre todo los remates que se ejecutan con intención de que la pelota levante mucho y salga de la pista o vuelva nuestro propio cambio. En estos casos, se suele ejecutar el llamado «remate de invierno» o «remate rápido». Este es un remate que se ejecuta con mayor profundidad y en dirección hacia la línea del rival con la intención de que éste tenga que apartarse y no le dé tiempo a recuperar la pelota tras ese remate que entra y sale rápido de la pared.
Cuidado con el deslizamiento de las pelotas
Las pelotas con efecto deslizarán más al botar sobre el suelo mojado. También podrá hacerlo sobre la cara de la pala al querer ejecutar golpes con efecto.
Una de las recomendaciones que los entrenadores suelen hacer a sus jugadores con estas condiciones de juego, es no querer generar golpes con mucho efecto y tratar de jugar plano y controlando la profundidad y velocidad de los golpes. De este modo, atacaremos a nuestro rival sin necesidad de asumir demasiado riesgo.
Seguridad ante todo
Por último, y quizás lo más importante, ya que queremos volver a jugar nuestro partido de mañana o de la semana que viene, ten precaución con las lesiones.
Con las primeras gotas o cuando la lluvia no llega a caer con fuerza, el problema es que la pista de pádel deja de resbalar. Las rodillas sufren, pues es común llegar a muchas bolas resbalando… Debemos correr con pasos firmes, frenando a pasitos cortos procurando no resbalar.
Cuando ya ha caído bastante agua el suelo mojado puede hacer que te resbales o tu pie se quede «enganchado» en los desplazamientos. Y no sólo el riesgo viene en los desplazamientos, si juegas durante mucho tiempo con una pelota pesada puede terminar causándote lesiones en el brazo.
Ahora que ya conoces estos trucos, ¡Seguro que te manejas mucho mejor cuando vuelvas a enfrentarte a una pista mojada!