Estar fuerte no siempre es sinónimo de jugar bien al pádel, no hay una relación directa. No hay garantías de que al aumentar tu fuerza juegues mejor. Puedes estarlo y en cambio tu nivel de juego puede seguir siendo el mismo, incluso peor.
La fuerza es una capacidad que se puede manifestar de muchas formas y hay muchos tipos. Hay algunos tipos de fuerza que te interesa potenciar mucho para jugar al pádel y en cambio hay otros tipos que no tanto. También hay otras manifestaciones que, pese a no conformar el objetivo final, te ayudan a llegar a la que si te interesa: como es la transición que podemos hacer intentando ganar fuerza máxima para mejorar luego la explosiva, también llamada potencia.
¿Qué tipo de fuerza necesito entonces para jugar al pádel?
Necesitas fundamentalmente la fuerza – velocidad, es decir, aquella que puedes expresar en la pista de forma rápida. Cuando sprintas, cuando aceleras un golpe o saltas, usas tu capacidad explosiva. Esto es la fuerza explosiva y se expresa a partir de la potencia que aplicas.
¿Cuándo uno está fuerte para jugar al pádel?
Uno está bien preparado para jugar al pádel cuando tiene una serie de capacidades optimizadas, entre las que la fuerza es un ingrediente principal. Lo que a veces ocurre, es que uno si tiene, pero no sabe orientarla bien. Y otros jugadores, por el contrario, tienen menos fuerza aparentemente, pero la aprovechan mejor en sus tiros y desplazamientos.
¿Por qué hay jugadores que con menor fuerza aparentemente tienen más potencia?
Una cosa es que tengas fuerza para mover grandes pesos o bien seas un atleta que tiene mucha resistencia (capacidad de resistir mucho tiempo picos de fuerza generalmente bajos).
Pero para el pádel necesitamos picos de fuerza altos en momentos muy puntuales. Es por eso que hay jugadores que saben aprovechar toda la que tienen en un momento puntual, en un momento clave. Saben utilizarla muy bien, tienen lo que llamamos fuerza útil. Una buena fuerza aplicada.
¿Entonces no necesito hacer fuerza? ¿sólo aprovecharla?
No es exactamente así, si necesitas una base inicialmente. Pero llegado cierto punto, llegada cierta madurez motora y muscular, lo que vas a necesitar es saber aplicarla a tus tiros y desplazamientos, de lo contrario tendrás una fuerza desaprovechada y en ocasiones incluso limitante para tu agilidad.
Para que te sirva cuando juegas a pádel tienes que centrarte también en: la técnica de golpeo, el timming con la pelota, la coordinación de tus movimientos, los puntos de impacto más certeros, aprovechar las cadenas musculares, mejorar el sistema nervioso, la velocidad contráctil de tus fibras..etc.
¿Para qué necesito entonces estar fuerte para jugar al pádel?
Además de ayudarte a mejorar la potencia de tus golpes y desplazamientos más rápidos, estar fuerte puede ayudarte a reducir el riesgo de sufrir lesiones graves que te aparten de la pista durante largos periodos de tiempo.
Tu objetivo final debe ser aumentar tu fuerza útil
El primer paso de la preparación física es formar jugadores que sepan moverse mejor en la pista, que estén más en forma y ágiles y que, además, aprovechen y manifiesten ese estado de forma en una buena aplicación de su fuerza.
Estar más fuerte no siempre es garantía de jugar mejor
La fuerza no es la capacidad más importante en el pádel, pero sí una de las fundamentales.
Si realmente quieres tener longevidad deportiva, tener mayores garantías de soportar las demandas del pádel y tener cada vez mejor nivel de juego, es algo que tarde o pronto te limitará o te permitirá subir un escalón más en tu juego.
Busca aquella fuerza que realmente te sirva, esa que te sea útil en la pista, esa que puedas aplicar a cada uno de los diferentes golpes y te ayude a moverte más y mejor por la pista.