¿Quién de vosotros nunca ha padecido dolor en una o ambas rodillas? Precisamente, la gonalgia se define como dolor en la rodilla, puede ser unilateral o bilateral; esta apreciación puede orientarnos sobre el diagnóstico definitivo que podemos tener y sus posibles repercusiones. La rodilla es una de las articulaciones que más usamos cuando estamos jugando al pádel, de hecho, algunos golpeos dependen mucho de una buena colocación de rodillas en flexión mantenida.
Los síntomas de la gonalgia son:
- Dolor: su intensidad y su ubicación depende de la lesión a la que nos enfrentemos.
- Enrojecimiento con aumento de temperatura al tacto.
- Inflamación y rigidez generalizada de la articulación.
- Sonido de Chasquidos.
Todo ello deriva en que tengamos una limitación importante a la hora de realizar ciertos movimientos, con dolor y/o sensación de inestabilidad en algunos casos.
Podemos clasificar la gonalgia en dos grandes grupos según su origen: traumáticas y no traumáticas. Si existe un antecedente traumático directo, torsión con el pie fijo o caída con traumatismo indirecto, debemos dirigir nuestra mirada hacia lesiones como contusiones, lesiones ligamentosas, meniscopatías e incluso una fractura.
En cambio, si no hay traumatismo, debemos orientarnos hacia enfermedades que cursen con dolor articular en la rodilla como pueden ser procesos degenerativos (artrosis), reumáticos (artritis reumatoide), metabólicos (gota) o infecciosos (artritis séptica).
Condropatía o Condromalacia Rotuliana
Se define como una alteración del cartílago de la rótula, que es el hueso que se encuentra en la zona anterior de la rodilla, sería como el “cojín” encargado de amortiguar el roce entre dicho hueso y los otros dos huesos con los que articula: fémur y tibia.
En cuanto a las CAUSAS más frecuentes para su aparición es la mala alineación de la rótula, alteraciones meniscales, malos apoyos del pie o mala mecánica del movimiento en los desplazamientos en pista.
Los FACTORES DESENCANDENATES: sobrepeso u obesidad, movimientos técnicos inadecuados, musculatura debilitada, calzado inadecuado o antecedentes laborales que exijan movimientos repetitivos de dicha articulación.
En este caso los SÍNTOMAS serían dolor difuso en cara anterior, cuya intensidad es variable (no se correlaciona con el grado de lesión del cartílago). A veces genera una limitación para caminar adecuadamente. No aparece inflamación, suele ser un dolor que desaparece cuando dejamos de jugar, y reaparece con los movimientos.
Se clasifican en 4 grados:
Grado 1: Inflamación del cartílago leve con ligero reblandecimiento.
Grado 2: Provoca alteración superficial del cartílago con algunas zonas fisuradas.
Grado 3: Provoca alteración más profunda del cartílago con fisuras importantes.
Grado 4: Afecta al cartílago de forma severa e incluso al hueso que se encuentra por debajo del mismo.
Para su DIAGNÓSTICO nos basaríamos en pruebas de imagen, siendo las más específicas la RM o el TAC de Rodilla.
En cuanto al TRATAMIENTO se han probado infiltraciones con ácido hialurónico o infiltraciones con factores de crecimiento (plasma rico en plaquetas), habría que individualizar cada caso. Otra opción sería la realización de una artroscopia para visualizar directamente el cartílago y proceder a una reparación del mismo.
