Actualmente, el pádel es el segundo deporte más practicado en España, por detrás del fútbol. Ya no es el llamado ‘deporte de moda’… dada su facilidad para practicarlo hoy en día, las diferentes categorías o niveles donde encuadrar al jugador amateur y el rango de edad tan amplio que abarca; son motivos suficientes para ser el deporte elegido por muchos deportistas.
Actualmente nadie pone en duda que el ejercicio físico y el deporte representan una práctica beneficiosa para todas las personas que lo practican. Siempre que se realice en su medida necesaria, es muy beneficioso por su repercusión tanto individual como colectiva en la población.
Cabe recordar que el pádel no es un deporte libre de lesiones, es más, existe el falso mito de que no es necesario un estado de forma adecuado para practicarlo. Las dimensiones de la pista y el juego por parejas, puede dar una idea equivocada de que el juego demanda un ejercicio no demasiado intenso. Esto es un error grave de base, ya que en muchas ocasiones se obvian los ejercicios adecuados enfocados al pre y post partido, lo que provoca un entorno idóneo para sufrir una lesión.
LAS LESIONES DEPORTIVAS EN EL PADEL
Los movimientos repetitivos que se generan (arrancada y frenada, lateralización, flexoextensión de columna lumbar, flexión de rodillas…) y, por supuesto, el golpeo técnico con la pala puede generar situaciones lesivas en distintas zonas de nuestro cuerpo que iremos repasando en artículos posteriores. El material deportivo que usemos para la práctica debe a nuestras condiciones anatómicas. A nadie se le ocurre jugar al fútbol con un calzado inadecuado o jugar al golf sin una técnica adecuada para el golpeo.
Abarcaremos un gran número de lesiones deportivas, probablemente cuando las describamos te sientas identificado con alguna de ellas. Muchos son los que han sentido alguna vez el ‘signo de la pedrada’ o han tenido el típico dolor de codo que le ha mantenido algunas semanas fuera de las pistas… vamos a intentar ayudarte a que conozcas algo más de todas estas lesiones y no tengas que buscar en “Google” información médica de forma desesperada.
El pádel no está considerado como deporte de contacto, por lo que el mecanismo de lesión en muchos casos es diferente a los que producen lesiones en otros deportes como fútbol, baloncesto o balonmano entre otros. Esto implica, además, que en esta “época de pandemia” que estamos viviendo, se considere un deporte seguro. Las medidas de seguridad, higiene y distancia que se toman durante los entrenamientos, los partidos o los torneos actualmente, hacen del pádel un entorno seguro frente al SARS-CoV2.
Intentaremos describir estas lesiones, los factores predisponentes para su aparición, los síntomas de alarma y, sobre todo, como prevenir futuras lesiones. Desarrollaremos cada artículo por localizaciones anatómicas: hombro, codo, muñeca, cadera, rodilla, tobillo, columna vertebral… y finalizaremos todas ellas con un #padelconsejo para que cuando aparezcan sepas identificarla, frenar su progresión y poder enfocar su diagnóstico y/o tratamiento de la forma más adecuada.
Salud y Pádel
Las tendencias actuales sobre el pádel hacen de éste un deporte con cabida en la investigación y, por supuesto, las ciencias de la salud. Es por esto, que es necesario un equipo multidisciplinar que pueda velar por la realización de este deporte en las mejores condiciones posibles. Hay enfermedades que mejoran con el ejercicio físico y otras enfermedades que empeoran por la falta de actividad física.
Unos buenos entrenadores, preparadores físicos, fisioterapeutas, podólogos y equipos médicos son básicos; tanto para la preparación de torneos, profesionales y amateurs, como para la posterior recuperación física del mismo. Estos profesionales desempeñan un papel fundamental en el binomio deporte-salud. Es necesario implementar estos servicios de salud a disposición de los jugadores o equipos de pádel; ya que cualquier condición especial o problema de salud, debe ser evaluado por el profesional para poder evitar que dicho problema vaya a más y poder tratarlo antes de que nos limite.
Si nos centramos en el jugador amateur, debemos conocer a qué se dedica en el ámbito laboral; ya que su propio trabajo puede ser un factor predisponente para alguna patología que se agrava cuando juega al pádel y viceversa. Hay muchas profesiones, como por ejemplo pintores, carniceros, pescaderos, etcétera… que realizan movimientos repetitivos de la muñeca, el codo o el hombro; que pueden ser el origen de una dolencia, en un primer momento asintomática, y posteriormente dé la cara cuando juegue al pádel en unas semanas.
La prevención, adaptación y mejora del rendimiento físico-deportivo conlleva una mejora de la salud. Una salud óptima favorece la consecución de un mayor éxito en este deporte como es el pádel. Por lo tanto, Salud y Pádel siempre deben estar unidos para llegar a la excelencia, y para ello debes rodearte de un equipo profesional adecuado fuera de las pistas.